Los contratos que Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) busca firmar con la empresa rusa Uranium y el consorcio chino CBC enfrentan serios cuestionamientos debido a una sobreestimación de sus ingresos. La sostenibilidad de estos acuerdos se basa en la premisa de que el precio del Carbonato de Litio (Li2CO3) alcanzará los 30.000 dólares por tonelada ($/t), cuando en la actualidad el valor de mercado en el Mercado de Metales de Shanghái (SMM), referencia para la liquidación de ventas, ronda los 10.000 dólares por tonelada.
Esta diferencia sustancial pone en entredicho la rentabilidad de los proyectos, asegura el especialista Francesco Zaratti. Según el analista, los egresos del proyecto están definidos por las inversiones de cada empresa y los costos operativos.
Sin embargo, la necesidad de justificar la rentabilidad ha llevado a las autoridades a proyectar ingresos basados en un precio significativamente mayor al actual, lo que hace que las plantas sean antieconómicas e insostenibles. YLB defiende su Anexo Financiero asegurando que las proyecciones del precio del litio son favorables a futuro.
Factores que inciden en el precio del litio
El experto hizo notar que nadie puede predecir con certeza la evolución del precio del Li2CO3 en los próximos seis a diez años, cuando las plantas entren en producción. Sin embargo, es posible analizar los factores que afectan su valor.
Por el lado de la demanda, las baterías de vehículos eléctricos son el principal mercado para el Li2CO3, y su crecimiento es innegable, aunque más lento de lo esperado. No obstante, la oferta también aumenta de manera acelerada, lo que evita alzas sostenidas en el precio.
En términos de oferta, sostiene Zaratti, el mundo cuenta con mayores reservas de litio de lo que se pensaba inicialmente. De hecho, con frecuencia se anuncian nuevos yacimientos, especialmente en China y EE.UU., lo que podría afectar la estabilidad del precio a largo plazo. Además, los avances tecnológicos en los procesos de extracción podrían reducir costos de producción, aumentando la oferta y limitando el crecimiento del precio del litio.
Otro elemento a considerar, según la mirada del especialista, es la investigación en alternativas a las baterías de litio, particularmente para aplicaciones estáticas, donde la levedad del litio no es una ventaja clave.
“A esto se suman los factores geopolíticos, que podrían alterar el comercio internacional de este recurso estratégico. La incertidumbre en la política global, con cambios en la agenda climática de potencias como EE.UU., podría afectar la demanda de litio”, dijo.
Un negocio incierto para Bolivia
Con estos elementos en juego, es poco probable que el precio del Li2CO3 supere los 20.000 dólares la tonelada, en la próxima década. Esto pone en duda la viabilidad financiera de los contratos firmados por YLB, “que parecen estar basados más en expectativas que en realidades del mercado”.
Por otro lado, Zaratti sostiene que el mayor problema de la rentabilidad recae en YLB, ya que las empresas rusa y china obtendrán beneficios asegurados, independientemente del precio del litio.
Ante este escenario, la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene la responsabilidad de analizar a fondo estos contratos y determinar si realmente son convenientes para el país.
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