Los dirigentes del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) no descartan una huelga general indefinida demandando una mayor asignación de regalías por la explotación e industrialización del litio del Salar de Uyuni.
El vicepresidente de la entidad cívica, Juan Carlos Manuel, anunció que se convocará a una nueva reunión de consejo consultivo para evaluar el paro de 48 horas, que culminó ayer, y determinar nuevas acciones de protesta.
“Esta semana seguramente se va a convocar a otro consejo consultivo en el cual se va a determinar y los señores delegados de las instituciones también van a manifestarse. Seguramente va a ser las 72 horas. En caso de no hacerse caso, pues seguiremos hasta llegar a la huelga general indefinida. Esto tiene que ser consciente el pueblo potosino. En caso de lograr mejores regalías, todos nos vamos a beneficiar”, señaló ayer el dirigente cívico.
Resaltó la contundencia del paro y anunció que buscan el diálogo con el presidente Evo Morales y, en caso de que no se produzca el encuentro, seguirá la movilización.
DÉBIL
El dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Ronald Garabito calificó el paro como una medida política que encara un reducido grupo de personas que optaron por colocar banderas de acera a acera para obligar a que el transporte paralice sus actividades.
Garabito lamentó que los operadores políticos busquen la confrontación en lugar de abrir espacios de análisis y diálogo para conocer en qué consiste el proyecto y cuáles son los beneficios para la región.
FRUTCAS
La Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sud (Frutcas) reitera que Comcipo no les representa y se anuncia que la región del sudoeste potosino podría tomar otras acciones si algunos quieren seguir buscando intereses personales con el litio.
El dirigente de Frutcas Leonardo Condori reconoce que hay necesidad de discutir el tema de las regalías mineras pero en otro escenario, no con acciones de tipo político.
Condori destacó que nunca fueron egoistas con los beneficios de la explotación de los recursos del sudoeste y una prueba es que más del 50 % de las regalías viene de esa región.
Conflicto
Comerciantes que venden en tiendas en diferentes sectores de la ciudad denunciaron que los vendedores de mercados salieron a imponer a la fuerza el acatamiento al paro.
Destacaron que ellos viven de los recursos que perciben al día y que deben pagar entre 2.500 a 3.000 Bolivianos por mes por una tienda mientras que los de los mercados apenas cancelan 15 Bolivianos.
Piden que los paros sean acatados de forma voluntaria y no se obligue a cerrar las tiendas porque el daño que se ocasiona es sumamente elevado.
