Friday, October 23, 2015

Coreanos miran el Salar de Uyuni para un campo de golf


Encantado con Bolivia. Así se declara Lee Jong-cheol, el embajador de la República de Corea en el país. Da fe de que no es el único coreano admirado con el país y lanza un dato: 5.000 de sus compatriotas visitaron Bolivia en 2014 atraídos por la diversidad del territorio boliviano, pero, principalmente, por un destino exótico: El Salar de Uyuni. Ese encanto despertó el interés de empresas coreanas en construir en ese destino turístico un campo de golf y un hotel de cinco estrellas.
"Empresas coreanas tienen interés en construir un campo de golf en el Salar de Uyuni y un hotel de cinco estrellas, y para eso precisamos la cooperación del Gobierno boliviano. Podemos hablar, facilitar y adelantar este proyecto, que beneficiará a ambos países”, señala el embajador, que hace seis meses inició su misión diplomática en Bolivia.
Lee Jong-cheol, que viene de haber representado a su país en Méxíco y Guatemala, con un solvente español explica que el interés de los capitales coreanos en el Salar de Uyuni obedece a la inmensa expectativa que el lugar ha despertado específicamente en los jóvenes coreanos.


"Hace unos años, a Bolivia llegaban alrededor de 200 coreanos, pero el año pasado llegaron más de 5.000, la gran mayoría jóvenes, que cuando salen del salar ponen en sus computadoras muchas fotografías que encantan a la gente, despertando gran interés entre los que quieren ver con sus propios ojos Uyuni”, expresa.
Invertir en transporte
Pero los capitales coreanos no sólo tienen puesta la mira en el salar, también tienen interés en los grandes proyectos de transporte que tiene planificados el Gobierno boliviano.
"Nos interesa invertir en la ampliación de los aeropuertos de Cochabamba y Santa Cruz, y en el tren metropolitano que se busca implementar en Santa Cruz. Las empresas coreanas tienen interés y quieren participar. A finales de octubre gente de Hyundai se entrevistará con los ministros de Energía y de Obras Públicas para discutir su participación en estos proyectos grandes”, dice.
En Bolivia las inversiones coreanas ya están presentes: la Korea Resources Corporation participa en la producción de cátodos de litio en el Salar de Uyuni. También acompañó la explotación de cobre en Coro Coro, La Paz, aunque su contrato fue disuelto por la Comibol. La Samsung Engineering construye la planta de urea y amoniaco en Bulo Bulo, Cochabamba.
Corea tenía interés en la construcción del tren eléctrico metropolitano de Cochabamba, pero -de acuerdo con el embajador Lee Jong-cheol - la posibilidad se frustró porque el Gobierno boliviano "tenía el interés de firmar contratos lo más antes posible” y cerró trato con la española Joca.
"Las empresas coreanas necesitan más tiempo para verificar y confirmar detalladamente los proyectos”, comenta el embajador.
A Lee Jong-cheol le tocó encabezar la celebración de los 50 años de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Corea, iniciadas en 1965, cuando el país asiático empezaba su despegue hacia "el desarrollo económico y crecimiento social”.

Los actos comenzaron ayer con muestras de la cultura coreana y de su gastronomía. Hoy la legación presentará en el Hotel Plaza la conferencia Cooperación económica Corea - Bolivia.

Corea plantea la supresión de visas
El embajador Lee Jong-cheol está convencido de que las relaciones e intercambios comerciales entre ambos países continuarán creciendo. Por eso plantea la necesidad de suscribir un tratado de libre comercio y suprimir las visas entre ambas naciones.
Justifica su criterio con el hecho de que cada año el flujo turístico de Corea al país se incrementa: "Cada vez llegan a Bolivia más coreanos sólo para hacer turismo. En 2014 ingresaron más de 5.000 y seguro ese número se incrementará, por eso necesitamos la supresión de visas que beneficiaría a ambos países”, afirma.
Asimismo, identifica otra necesidad entre los dos países: la firma de un acuerdo de libre comercio que priorice la reducción o eliminación de aranceles.
"Bolivia exporta muchos productos agrícolas a Corea, como quinua, maca y chía. Este tipo de productos interesa a los coreanos, pero son muy caros por los aranceles altos”, dice.
Lee Jong-cheol asegura que a través de ese acuerdo Corea puede transferir tecnología a Bolivia para que digitalice y optimice sus procesos de exportación e importación.
Corea no figura entre los principales mercados de exportación de Bolivia ( Brasil, Argentina, Estados Unidos, Colombia y Japón), tampoco está entre sus principales proveedores. Pero, mientras el país le vende productos agropecuarios primarios, Corea le oferta vehículos, artefactos electrónicos y electrodomésticos.
De acuerdo con datos del IBCE, hasta abril de 2015 Bolivia exportó a ese país productos por un valor de 99 millones de dólares e importó por un valor de 85 millones.

K-pop y novelas, éxitos inesperados
Pero la inversión de capitales no es precisamente el lado más conocido de Corea del Sur en Bolivia. El K-pop (género musical) y las telenovelas coreanas, que tienen un gran éxito entre los bolivianos, sobre todo entre los más jóvenes, son la marca de ese país en nuestro territorio.
Figuras como Kim Hyung Jun, estrella del K-pop, o los actores principales de telenovelas como Escalera al cielo, El legado del corazón y otras, se han convertido en ídolos de los jóvenes bolivianos, que los siguen y reproducen su forma de vestir, de peinar, etcétera.
El embajador de Corea en Bolivia, Lee Jong-cheol, sonríe al referirse al éxito de esta expresión de la cultura moderna de Corea y confiesa su sorpresa por el éxito alcanzado por la industria del entretenimiento de su país.
"No era nuestra intención, pero el impacto del K-pop y de las telenovelas ha sido tan grande, despertó tanto interés, que el Gobierno coreano aprovecha esta situación para difundir nuestra cultura”, comenta.
El diplomático añade que el éxito alcanzado genera tales ganancias económicas que sorprenden incluso a los mismos coreanos.
"Las ganancias son muy altas, miles de millones de dólares, muy altas, porque no hace falta fabricar nada, sólo son ideas y pensamientos creativos, talentos que se aprovechan”, expresa.
Lee Jong-cheol encuentra una explicación del éxito del K-pop y de las telenovelas coreanas en Bolivia: "una historia semejante”.
"Corea tuvo también muchos problemas, colonialismo, guerras, pérdidas de territorios, también dictaduras y nuestros pueblos sufrieron mucho, por eso podemos entendernos”, dice.

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